jueves, 25 de enero de 2018

El huevo de la serpiente (1997) Tiempo de Necochea

Sociedad

"El huevo de la serpiente" (*)

(Sociedad y Comunidad:encuentros y desencuentros)
por Alberto Farías Gramegna

(*) Este artículo fue publicado en el periódico 
Tiempo de Necochea un domingo 16 de febrero de 1997

"Me despierto de una pesadilla y descubro que la realidad es peor", le hace decir Ingmar Bérgman al persona je de Abel Rosenberg. El clima de la película es denso y patético;"la gente siente que  le robaron  el futuro",  la frase ,en boca de Manuela,cierra el diálogo anticipando las imágenes del agobio de una sociedad aturdida.Los días pasan lentos y el drama se desenvuelve inquietante ante la indiferencia de muchos,la locura de unos y la preocupación de otros...la delgada membrana del huevo anticipa la forma que  tendrá la serpiente adulta.
En estos días,tan lejanos de aquellos otros, en las anodinas playas de este curioso ,errático y patético lugar del mundo, muchos temen ver en el  atróz  asesinato del  fotógrafo José Luis Cabezas,un estertor macabro de los restos mutilados  de nuestra propia serpiente.Puede ser,a condición de que se ad- vierta la diferencia de contextos y las nuevas mutaciones. Los hechos sociales forman parte de un todo mayor dinámico y cambiante,lo que no implica que esa dinámica tenga una dirección fija.  Afirman sociólogos y lingüistas que para entender un texto hace falta un contexto: las circunstancias sociopolíticas, económicas y culturales acotan  y  orientan las tramas históricas; son también el escenario donde se amplifican  los prejuicios y los  odios entre los hombres, la lucha  por  el poder y los intereses de facción hacen el resto. El escenario ,tanto local como universal,ha cambiado  abismalmente en  las últimas décadas hasta desembocar a las puertas del Siglo XXI, en ésta suerte de cosmopolitismo desigual donde manda la con- ciencia global de la Internet y  nada de lo  sucedido en  el planeta es ajeno a nadie. En ese sentido, con sus virtudes y defectos, la idea de  frontera es mucho mas relativa y tenue que en las épocas en que Bérgman  ubica la acción de sus personajes.La Historia,a pesar de que muchos piensan lo contra- rio, no se repite ,solo parece pasar por los mismos  lugares pero la conciencia global de la humanidad es acumulativa. Más allá de todas las especulaciones sobre  la  compleja   y enigmática trama que rodea a la investigación del caso y sus inevitables derivaciones políticas,se observa como una constante,que la sostenida y contundente demanda  de la comunidad a través de sus entidades intermedias y sus representantes en general,tiene como norte un principio moral duramente  aprendido: nada hay más  importante que la  defensa del derecho  a la vida,sin excepciones.

Comunidad y Sociedad 

Esta defensa se inscribe a su  vez como  el tuétano   de  una problemática más  amplia que  permite ver  una conflictividad entre el individuo concreto y las instituciones del Estado. Esta conflictiva,siempre latente, se expresa  como  tensión entre Comunidad y Sociedad,tal como lo entendía  ya en 1887, Ferdinand Tonnies,que volverá en 1922 con su tipología.
En el actual nivel de conciencia global del hombre, no es posible transgredir aquel principio elemental sin  amenazar la coexistencia organizada de las sociedades.
¿Dónde se ubican,empero,los límites normados? Un Estado de derecho admite verdades y mentiras,acusadores y acusados,justicia e injusticias,coincidencias y divergencias,críticos y partida ríos ,honestos y corruptos,obsecuentes e independientes,creyentes y ateos y hasta ricos y pobres...pero si se muestra débil ambiguo o distraído ante la violencia física o el  homicidio, va de suyo, contribuye a crear las condiciones de  su propia negación.
Es en el marco del derecho que un Estado democrático se ocupa y responsabiliza,de manera intransferible y a través  de sus instituciones de seguridad,de proteger la vida  y garantizar la libre expresión y el derecho de informar e informarse, porque los ciudadanos delegan,precisamente, en ese Estado  el monopolio de la fuerza a fin de garantizar el bién común.
El espíritu de estos preceptos aparece ,indudablemente,alejados del agobio de la realidad cotidiana,tan llena de conflictos, pragmatismos morales,falacias,incoherencias, discrecionalidades, necedades y negligencias por parte de gobernantes  y gobernados,recreando así esa tensión latente entre el hombre concreto y su representación formal,que ya señalamos. F.Tonnies, como  dijimos más  arriba  señala  dos realidades diferentes aludidas por los conceptos "sociedad"  (gesselschaft) y "comunidad" (gemeinschaft), en constante relación contradictoria,pero complementaria;una expresa las relaciones contractuales y los formalismos legales,es la burocracia donde la identidad es un número en la cédula; la otra se vincula con el espíritu,la cultura y los lazos personales y afectivos de un grupo humano,allí el hombre es la imagen real del vecino de la cuadra.Las leyes de la República, por ejemplo,se inscriben en el primer concepto;la identidad cultural o el protagonismo de una marcha o un partido de fútbol, pertenecen al segundo.Aquello tiene que ver con el deber;esto último con el querer y por lo tanto define esencialmente al ser.

Conmoción y espanto

En en este mismo sentido,el crimen del fotógrafo del semanario Noticias,produjo en la sensible piel de la comunidad argentina un innegable doble efecto:conmoción y espanto,por un lado y reacción rápida en demanda de justicia,por el otro. Lo primero tiene relación con la emoción y el miedo implícito provocado por la violación de la vida seguida por la violación de la muerte.
Lo segundo es expresión de la razón materializada en la convicción general de querer vivir (la comunidad) en un estado de derecho (sociedad).Es en este sentido,que pueden interpretarse las repetidas marchas cívicas en distintas partes  del país,como así también las adhesiones de  clubes , empresas, encuentros deportivos,congresos,etc. que todos los días se suman al sentido homenaje a la víctima y al reclamo del esclarecimiento del caso: la comunidad dirige el mensaje a la sociedad corporizada en los poderes del Estado y sus instituciones ejecutivas.
La sociedad (función pública) memoriza los hechos en los archivos y los números de expedientes de los juzgados,los escritos en las fojas constituyen una nueva realidad que intenta reconstruir lo real;la comunidad recuerda con las tradiciones los mitos,las creencias,la intuición,las  enseñanzas y  los guarda afectiva mente en el corazón,ese lugar mítico donde se refugia el sentimiento. Con eso va  construyendo una  cultura que la identifica a través de una forma  de ser,  pensar  y actuar que  la hace  singular ante  otras  culturas de otras comunidades,le provee de una  idiosincrasia  característica. Si de memoria y recuerdo hablamos,función por demás huidiza para la idiosincrasia de la comunidad argentina, parecieran ahora haberse reconciliado con el hombre de la calle,que
según las encuestas,muestra una mayor atención hacia la integración crítica de los hechos y su valoración,a la historia de una sociedad.
Tal véz sea por eso,que el gremio de los  reporteros gráficos sintetizó en un volante su  reclamo a los poderes  públicos: sobre la foto del periodista asesinado se lee :  "No se olviden de Cabezas".

© by AFG y periódico Tiempo de Necochea, domingo 16 de febrero de 1997

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