"El huevo de la serpiente" (*)
(Sociedad y Comunidad:encuentros y
desencuentros)
por Alberto Farías Gramegna
(*)
Este artículo fue publicado en el periódico
Tiempo de Necochea un domingo 16 de febrero de 1997
Tiempo de Necochea un domingo 16 de febrero de 1997
"Me despierto de una pesadilla y descubro que
la realidad es peor", le hace decir Ingmar Bérgman al persona je de
Abel Rosenberg. El clima de la película es denso y patético;"la gente siente que le robaron
el futuro", la frase ,en
boca de Manuela,cierra el diálogo anticipando las imágenes del agobio de una
sociedad aturdida.Los días pasan lentos y el drama se desenvuelve inquietante
ante la indiferencia de muchos,la locura de unos y la preocupación de
otros...la delgada membrana del huevo anticipa la forma que tendrá la serpiente adulta.
En
estos días,tan lejanos de aquellos otros, en las anodinas playas de este
curioso ,errático y patético lugar del mundo, muchos temen ver en el atróz
asesinato del fotógrafo José Luis
Cabezas,un estertor macabro de los restos mutilados de nuestra propia serpiente.Puede ser,a
condición de que se ad- vierta la diferencia de contextos y las nuevas
mutaciones. Los hechos sociales forman parte de un todo mayor dinámico y
cambiante,lo que no implica que esa dinámica tenga una dirección fija. Afirman sociólogos y lingüistas que para
entender un texto hace falta un contexto: las circunstancias sociopolíticas,
económicas y culturales acotan y orientan las tramas históricas; son también
el escenario donde se amplifican los
prejuicios y los odios entre los
hombres, la lucha por el poder y los intereses de facción hacen el
resto. El escenario ,tanto local como universal,ha cambiado abismalmente en las últimas décadas hasta desembocar a las
puertas del Siglo XXI, en ésta suerte de cosmopolitismo desigual donde manda la
con- ciencia global de la Internet y
nada de lo sucedido en el planeta es ajeno a nadie. En ese sentido,
con sus virtudes y defectos, la idea de
frontera es mucho mas relativa y tenue que en las épocas en que
Bérgman ubica la acción de sus personajes.La
Historia,a pesar de que muchos piensan lo contra- rio, no se repite ,solo
parece pasar por los mismos lugares pero
la conciencia global de la humanidad es acumulativa. Más allá de todas las
especulaciones sobre la compleja
y enigmática trama que rodea a la investigación del caso y sus
inevitables derivaciones políticas,se observa como una constante,que la
sostenida y contundente demanda de la
comunidad a través de sus entidades intermedias y sus representantes en
general,tiene como norte un principio moral duramente aprendido: nada hay más importante que la defensa del derecho a la vida,sin excepciones.
Comunidad y Sociedad
Esta defensa se inscribe a su vez como el tuétano de una problemática más amplia que permite ver una conflictividad entre el individuo concreto y las instituciones del Estado. Esta conflictiva,siempre latente, se expresa como tensión entre Comunidad y Sociedad,tal como lo entendía ya en 1887, Ferdinand Tonnies,que volverá en 1922 con su tipología.
En
el actual nivel de conciencia global del hombre, no es posible transgredir
aquel principio elemental sin amenazar
la coexistencia organizada de las sociedades.
¿Dónde
se ubican,empero,los límites normados? Un Estado de derecho admite verdades y
mentiras,acusadores y acusados,justicia e injusticias,coincidencias y
divergencias,críticos y partida ríos ,honestos y corruptos,obsecuentes e
independientes,creyentes y ateos y hasta ricos y pobres...pero si se muestra
débil ambiguo o distraído ante la violencia física o el homicidio, va de suyo, contribuye a crear las
condiciones de su propia negación.
Es
en el marco del derecho que un Estado democrático se ocupa y responsabiliza,de
manera intransferible y a través de sus
instituciones de seguridad,de proteger la vida
y garantizar la libre expresión y el derecho de informar e informarse,
porque los ciudadanos delegan,precisamente, en ese Estado el monopolio de la fuerza a fin de garantizar
el bién común.
El
espíritu de estos preceptos aparece ,indudablemente,alejados del agobio de la
realidad cotidiana,tan llena de conflictos, pragmatismos
morales,falacias,incoherencias, discrecionalidades, necedades y negligencias
por parte de gobernantes y
gobernados,recreando así esa tensión latente entre el hombre concreto y su
representación formal,que ya señalamos. F.Tonnies, como dijimos más
arriba señala dos realidades diferentes aludidas por los
conceptos "sociedad" (gesselschaft) y "comunidad" (gemeinschaft), en constante relación
contradictoria,pero complementaria;una expresa las relaciones contractuales y
los formalismos legales,es la burocracia donde la identidad es un número en la
cédula; la otra se vincula con el espíritu,la cultura y los lazos personales y
afectivos de un grupo humano,allí el hombre es la imagen real del vecino de la
cuadra.Las leyes de la República, por ejemplo,se inscriben en el primer
concepto;la identidad cultural o el protagonismo de una marcha o un partido de
fútbol, pertenecen al segundo.Aquello tiene que ver con el deber;esto último
con el querer y por lo tanto define esencialmente al ser.
Conmoción y espanto
Conmoción y espanto
En
en este mismo sentido,el crimen del fotógrafo del semanario Noticias,produjo
en la sensible piel de la comunidad argentina un innegable doble
efecto:conmoción y espanto,por un lado y reacción rápida en demanda de justicia,por
el otro. Lo primero tiene relación con la emoción y el miedo implícito
provocado por la violación de la vida seguida por la violación de la muerte.
Lo
segundo es expresión de la razón materializada en la convicción general de
querer vivir (la comunidad) en un estado de derecho (sociedad).Es en este
sentido,que pueden interpretarse las repetidas marchas cívicas en distintas
partes del país,como así también las
adhesiones de clubes , empresas,
encuentros deportivos,congresos,etc. que todos los días se suman al sentido
homenaje a la víctima y al reclamo del esclarecimiento del caso: la comunidad
dirige el mensaje a la sociedad corporizada en los poderes del Estado y sus
instituciones ejecutivas.
La
sociedad (función pública) memoriza los hechos en los archivos y los números de
expedientes de los juzgados,los escritos en las fojas constituyen una nueva
realidad que intenta reconstruir lo real;la comunidad recuerda con las
tradiciones los mitos,las creencias,la intuición,las enseñanzas y
los guarda afectiva mente en el corazón,ese lugar mítico donde se refugia
el sentimiento. Con eso va construyendo
una cultura que la identifica a través
de una forma de ser, pensar
y actuar que la hace singular ante
otras culturas de otras comunidades,le
provee de una idiosincrasia característica. Si de memoria y recuerdo
hablamos,función por demás huidiza para la idiosincrasia de la comunidad
argentina, parecieran ahora haberse reconciliado con el hombre de la calle,que
según
las encuestas,muestra una mayor atención hacia la integración crítica de los
hechos y su valoración,a la historia de una sociedad.
Tal
véz sea por eso,que el gremio de los
reporteros gráficos sintetizó en un volante su reclamo a los poderes públicos: sobre la foto del periodista
asesinado se lee : "No se olviden de
Cabezas".
© by AFG y periódico
Tiempo de Necochea, domingo 16 de febrero de 1997
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