(La cultura digital y la “generación Y”)
por
Alberto Farías Gramegna
“La cultura digital es transversal al territorio geográfico, de hecho, pertenece a un nuevo territorio que surge de estos nuevos espacios de comunicación e interacción humana, especialmente la internet y sus incidencias en cada uno de los espacios geográficos, sociales y culturales de la humanidad ”.- Camilo Andrés Suárez
Semanas
atrás la filial local de ADRHA (Asociación de Recursos Humanos de Argentina)
llevo a cabo una Jornada de intercambio y actualización bajo el título de
“Cultura Digital; navegar una nueva gestión, resetear procesos”. Los
expositores coincidieron en un punto: a partir de la era digital, en el trabajo
ya nada será igual. En abril de 2014 “El economista.es”, -un periódico
especializado español- con la firma de Alba Freire, titulaba un artículo: “El
75% de las profesiones del futuro aún no existen o se están creando”,
y en la bajada: “La mayoría de ellas dentro del ámbito de las
tecnologías de la información”.
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La
generación del Milenio
Son los “nativos digitales” de la denominada
“generación Y”, los llamados “milenials”, jóvenes de entre aproximadamente 18 y
30 años, los que tendrán la responsabilidad de coadyuvar en el diseño y el
desarrollo de estas nuevas profesiones, porque en gran medida emergerán
vinculadas al mundo de la comunicación digital, la informática, la cibernética
y la robótica.
La clásica gestión vertical de la “modernidad sólida” -al decir de Zygmun
Bauman-, lo que dura y permanece igual a sí mismo, ya había empezado a
mudar hacia lo que cambia y se
transforma durante la generación anterior, los “X”, (sujetos entre
aproximadamente 30 y 45 años) que intuyeron lo que hoy llamamos la “modernidad
líquida”, donde todo fluye a velocidades cada vez mayores.
Sin embargo, a diferencia de los “Milenials”, la anterior
“generación X”, -hijos de los “Baby boomers”, nacidos durante los veinte años
que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, generación sociopolitizada por el
idealismo romántico a la que pertenezco- buscaba seguir
capacitándose en la organización para subir peldaños jerárquicos y mejorar su
posición profesional en el sistema corporativo que reforzaba su identidad de
rol laboral y profesional.
Los “X” aún definían su ser por su hacer laboral. La visión del
puesto y el rol es para los jóvenes “Y” -generalizando por fuerza- bastante diferente: creativamente
provocadores, para ellos el trabajo (en rigor debe decirse “el empleo”) es sólo
un medio para alcanzar las metas placenteras en libertad.
No hay una identidad fuerte que los ligue al rol. Tampoco por
consiguiente la fidelidad al puesto, porque están por fuera del mismo, ya que
no se alienan en el rótulo del “soy tal cosa”, por eso suelen decir simplemente
“trabajo por ahora allí o aquí”. Esa vivencia de libertad los hace más
críticos, ya que es difícil que se pongan la camiseta corporativa. Si el
trabajo no satisface sus expectativas finales, lo cambian porque no buscan
estabilidad como alguien que quisiera hacer carrera privada o a la manera
clásica del empleo público que se piensa “de por vida”. Esa misma idea es para
un “milenial” algo desesperante y propio de quienes se refugian en el tedio
mediocre de la “zona de confort”. Para ellos el compromiso es antes que nada
con sus ideales y proyectos y no con las demandas de la empresa que
tradicionalmente pedía “derecho de piso” a las anteriores generaciones.
El tiempo para esta generación laboral es cambiante y no
responde a la rutina de los horarios fijos que liman la motivación, palabra
clave para entender los nuevos tiempos digitales.
Motivar no es solo
compensar, hay que empatizar
No es el sueldo, ni las prebendas corporativas lo que motiva
centralmente a la generación “Y”, sino el reconocimiento de su creatividad y
espíritu innovador. Ante la terrible frase “Aquí las cosas siempre se hicieron
así”, el milenial, huye horrorizado. Sabe que tiene cosas que aprender, pero
también que tiene bastantes novedades para enseñar, y muchas veces a los
propios jefes…(acude aquí el refrán popular: “el que sabe sabe y el que no es
jefe”). Según dice el especialista en
RRHH Alejandro Melamed (nota realizada por el periodista Gonzalo Sánchez en
Clarín digital, el 18-12-11) una investigación en diversas organizaciones
laborales demostró que los jóvenes empleados se sentían más felices si lograban
empatizar con sus jefes en un dialogo horizontal que realimentara sus
perspectivas sin el desnivel de las jerarquías. El trabajo en equipo y sin
distancias burocráticas potencia su entusiasmo. “Necesitan que les digan que
están haciendo las cosas bien
-enfatiza Melamed- y los enoja que sólo se les remarque lo que
está mal”.
La personalidad hace la diferencia en la empresa eutópica
Así como las nuevas tecnologías han
impuesto un cambio generacional del mercadeo, centrándose más en el individuo y
su identidad personal, las nuevas generaciones imponen la necesidad de “navegar
una nuevo formato de gestión”, lo que implica “resetear procesos gerenciales”,
tal como rezaba la convocatoria de la jornada de ADRHA Mar del Plata.
En nuestro nuevo libro “Personalidades
competentes, empresas eutópicas”, de próxima edición en febrero de 2016 en
España, nos ocupamos de la relevancia de la manera de trabajar en equipo, pero
dando especial importancia al estilo de la personalidad y la motivación por
valores, tan propio de la “generación Y”, antes que por alcanzar metas
institucionales, que caracterizaba a la “generación X”.
Allí afirmamos que “para potenciar el protagonismo, la iniciativa y la
creatividad a partir de desarrollar las virtudes del empleado, se deben
entrenar competencias, empatizando desde el estilo y las necesidades de la
persona real y no del perfil del personaje de rol estándar. El resultado es lo
que denominamos una “personalidad competente”. Esto genera motivación basada en
la satisfacción y no solo en la meta, esto es todo lo referida al gusto que se
experimenta una vez cumplido el deseo o resuelta la necesidad”. Aún no sabemos
que buscará satisfacer la “generación Z”, los púberes de hoy día. Misterios de
los cromosomas generacionales.
http://afcrrhh.blogspot.com.es/
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